En mis varios años de facilitar mindfulness con programas online me encontré con muchas personas que realmente “luchaban” para meditar, no lograban centrar su atención, e inclusive meditar les generaba mucha más ansiedad.😔
Fue muy revelador para mí darme cuenta que la forma tradicional en la que mindfulness se enseña, puede ocasionar dificultades a aquellos que han sufrido experiencias traumáticas- Cuando hablo de trauma me refiero a “una experiencia lo suficientemente estresante como para dejarnos indefensos, asustados y abrumados o muy inseguros.”(Pat Ogden) La mayoría de nosotros experimentaremos, en algún momento de nuestra vida, un acontecimiento traumático y “más del 20% desarrollaremos un estrés postraumático.” 😱
Como les contaba en el post anterior, hace un tiempo vengo investigando prácticas para sanar el trauma y así fue como conocí el trabajo del Dr. David Treleaven quien desarrolló un marco de principios de mindfulness sensible al trauma y 33 modificaciones concretas para aumentar la seguridad y la confianza y que las personas no vuelvan a experimentar flashbacks, disociación y retraumatización al meditar.
Es realmente un enfoque muy revolucionario que brinda muchas estrategias y herramientas para instructores de mindfulness, meditadores, profesionales de la salud mental, docentes y coaches. (Mis formaciones online están diseñadas con prácticas sensibles al trauma)
Treleven nos presenta diferentes estrategias para “pisar el freno” y aprender a mantenernos dentro de la ventana de tolerancia cuando se observa mucha inestabilidad durante la meditación.
Aquí te comparto algunas formas de pisar el freno para calmar el sistema nervioso durante las prácticas:
- Dejar los ojos abiertos durante la práctica de meditación (si eso te genera mayor seguridad.)
- Establecer una forma tranquilizadora de contacto corporal con uno mismo (apoyar la mano en el corazón, una mano en el pecho y la otra en el abdomen) aquí te dejo un video con algunas opciones más.
- Llevar a la atención a un objeto del entorno (en vez de a la respiración, ya que ser conscientes de ella puede ser inquietante para algunos).
- Practicar en períodos más cortos.
Quiero finalizar este post enfatizando que si te cuesta meditar, NO ES TU CULPA y no hay nada que estés haciendo mal. Tampoco quiere decir que meditar no sea para vos.
Simplemente necesitás entender cómo funciona tu sistema nervioso autónomo y aprender estrategias progresivas para evitar entrar en sensaciones demasiado incómodas que solo te generen mayor frustración.
Si querés, dejame en comentarios tu experiencia o consultas sobre este tema.
¡Que puedas ofrecerte lo que necesitás hoy!
“Las personas comienzan a sanar en el momento en que se sienten escuchadas”
Cheryl Richardson
P.D: Si todavía no hiciste mi Programa Online de 6 Semanas, te dejo por aquí el link a la lista de espera para que tengas acceso prioritario y que no te quedes afuera cuando abran las inscripciones!😊
Cuanta sensibilidad, comunicada de la forma más cálida! Gracias Kari, muy interesante este artículo!
Besos, Laura
Gracias a vos, Lau! me alegra tanto que lo encontras interesante! Un gran abrazo!
Hay Kary como siempre tal cual hecho por Guillermo Tell, diste en vez de la manzana en medio de mi cerebro donde tantos y tantos traumas que trato de guardar, dejar ir, soltar en cada meditación, en cada uno de tus cursos, post y demás, intento.
Logro días hermosos, días no tan hermosos, siempre lo hago en periodos cortos, siempre son mejores las meditaciones en movimiento para mi. Tu voz es la que me permite las meditaciones sentadas o acostadas, sos una gran guía, tal vez algún día te cuente todos mis traumas….GRACIAS GRACIAS GRACIAS.
Muchas gracias por comentar con tanto coraje. Te abrazo fuerte.
Hola, Kari
Pues, la verdad, se me saltaron las lágrimas. Entiendo que me sentí identificada. Nunca logro meditar, me agobia, me aburre, me desespera. Después de mi “trauma” me cuesta ir despacio. Seguiré tus consejos. Gracias
Querida Auri, te entiendo mucho y precisamente por eso es que aconsejo adentrarse en la práctica paultinamente, escuchando mucho al cuerpo y con el acompañamiento de un profesional informado en el trauma que pueda guiarte para que no te ocurra eso que cuentas. Ir despacio es algo que se entrena y se aprende! como todo en la vida! te mando un abrazo enorme!