El poder de las creencias

Hace unos años aprendí en un programa de desarrollo personal un grupo de creencias poderosas para poder encontrar la calma en el caos.

Hoy te las comparto porque, quizás, quieras adaptarlas y adoptarlas para abrir tu corazón a lo que sea que el universo te tenga preparado para el 2021.

¡Me parece oportuno aclarar que las creencias no son verdades absolutas y que las podemos cuestionar y también cambiar cuantas veces queramos a piacere!.

Éstas, en particular, me han sido de mucha utilidad para transitar cada desafío y amigarme con la incertidumbre y la adversidad.

  1. El universo es benevolente.  
  2. La causa está en el futuro. (aunque ahora no lo entendamos)
  3. El cambio es continuo. (la aceptación de la impermanencia)

¿Es realmente posible encontrar la calma en el caos?

Empecemos por el principio, el caos no tiene que ver con lo que pasa “afuera” de nosotros o con los eventos desafortunados que suceden. El caos no es un hecho ni una observación. Es una creencia descriptiva que contiene, para la mayoría de nosotros, un juicio de valor. Tiene que ver con lo que pasa “dentro” nuestro frente a un estímulo.

Algo que aprendemos con la práctica de mindfulness es que todo depende de nuestra percepción y de cómo nos relacionamos con eso que nos pasa. Muchas veces nos enfrentamos a situaciones fuera de nuestro control, que no podemos cambiar. Este año fue un gran ejemplo de eso!

 “Entre el estímulo y la respuesta existe un espacio. En este espacio se encuentra nuestro poder para elegir la respuesta. Y en nuestra respuesta descansa nuestra libertad y nuestra capacidad para crecer como personas”.

Viktor Frankl

Ese espacio del que habla Frankl son nuestras creencias y el poder de elección que todos tenemos. Caos? Desafío? Aprendizaje? Oportunidad? cada uno decide!😊

Este grupo de creencias me ayudó a no necesitar comprenderlo todo para aceptarlo, confiando en el movimiento continuo de las cosas y en un universo benévolo.

Entonces poder encontrar la calma en el caos, es una elección y se transforma en la práctica de todos los días.